ELVIRA MUGNO Y MIGUEL MALASPINA,FUNDADORES DE LA FAMILIA MALASPINA EN VENEZUELA.

ELVIRA MUGNO Y MIGUEL MALASPINA,FUNDADORES DE LA FAMILIA MALASPINA EN VENEZUELA.
ELVIRA MUGNO Y MIGUEL MALASPINA, FUNDADORES DE LA FAMILIA MALASPINA EN VENEZUELA.

domingo, 3 de abril de 2016

MEMORIAS DE ITALIA (X)

MEMORIAS DE ITALIA












X
A través de la región de Umbría nos dirigimos a Toscana. El clima es fresco. Pasamos castillos,  campos roturados, pinos y  huertos de girasoles. A los lejos se ven trenes rápidos.
 En Florencia avistamos la Basílica de Santa Cruz, donde están enterrados Maquiavelo, Galileo y Miguel Ángel. Aquí, en 1817, Stendhal  se sintió enfermo: “Había llegado a ese punto de emoción en que se encuentran las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados. Saliendo de Santa Cruz me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme”. Lo descrito por el escritor francés se denomina Síndrome de Stendhal, consecuencia de los efectos producidos por la maravillosa y abrumadora belleza de las obras de arte. Los síntomas consisten en palpitaciones, vértigo, confusión, temblor, depresión y alucinaciones. La psiquiatra  Graziella Magherini comprobó y documentó estadísticamente en 1979 la vigencia de síndrome, el cual es particularmente endémico de esta ciudad.
 FFCaminamos bajo la lluvia. Al mismo tiempo que empieza a llover saltan montones de vendedores de paraguas. Llegamos hasta la Plaza de la Señoría y nos ubicamos en la parte techada entre mucha gente y estatuas. Una pareja contrae matrimonio y junto a sus alegres acompañantes espera con nosotros el cese de la lluvia.
Aquí funcionó la Hoguera de las Vanidades, donde Girolamo Savanarola quemaba todo lo que parecía un lujo, incluyendo libros como los de Boccaccio. Savanarola, quien empezó a estudiar medicina, que luego  abandonó por la teología, predijo guerras y epidemias de sífilis  y se enfrentó al poder político y eclesiástico. Sus luchas terminaron en esta plaza, colgado y lanzado a las brasas en 1498.
Mientras llueve contemplamos las esculturas de la plaza. El Perseo con la cabeza de la medusa Gorgona de Benvenuto Cellini nos recuerda que Asclepio, dios de la medicina, uso la sangre emanada por la decapitación para resucitar a los muertos, lo que podemos entender ahora como una forma mitológica de transfusión de sangre o de reanimación. El Más Allá podía quedar despoblado por eso Zeus decidió  matar a Asclepio con un rayo. Esta es  la manera mitológica de decir que los médicos luchamos contra la muerte y posponemos su llegada. Pero al final ella nos gana la partida.
Dos obras expuestas en esta plaza sirven para establecer diferencias claras desde la perspectiva de la anatomía. Por un lado, la copia del   David de Miguel Ángel (1500); y por otro,  el Hércules de Bandinello.  El segundo envidiaba al primero, y para superarlo quería esculpir algo grandioso, gigante. Su Hércules (1533) tiene, tal vez, mil músculos; ignorando que el cuerpo humano tiene sólo seiscientos cincuenta.  Cellini dijo que parecía un saco de melones. En efecto, Bandinelli no había estudiado la anatomía como Miguel ángel lo que no le permitía alcanzar la perfección a la hora de esculpir un cuerpo humano.   Miguel Ángel estudió anatomía 20 años en el convento del Santo Espíritu de Florencia.

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