ELVIRA MUGNO Y MIGUEL MALASPINA,FUNDADORES DE LA FAMILIA MALASPINA EN VENEZUELA.

ELVIRA MUGNO Y MIGUEL MALASPINA,FUNDADORES DE LA FAMILIA MALASPINA EN VENEZUELA.
ELVIRA MUGNO Y MIGUEL MALASPINA, FUNDADORES DE LA FAMILIA MALASPINA EN VENEZUELA.

domingo, 3 de mayo de 2015

RECUERDOS DE ITALIA (V)

RECUERDOS DE ITALIA, LA PATRIA DE NUESTROS ANCESTROS, CON ALGUNAS CRÓNICAS MÉDICAS.
Edgardo Malaspina

V

  Hoy recorrimos las calles de Roma; tal vez tuvimos un orden en nuestro paseo, pero en mis recuerdos  reina el caos. Las termas de Caracalla no sólo era un espacio para la diversión, sino también una fuente para mantener la salud, cuya triada en el mundo grecorromano la conformaban la higiene, las dietas y el ejercicio físico. Los baños calientes y fríos tomados en las termas de Caracalla eran un mecanismo para fortalecer las defensas del organismo al aumentar su capacidad de adaptación. El Circo Máximo , construido en el lugar donde fueron raptadas las sabinas, recuerda las carreras de carros, pero también la forma primitiva de conformar una familia, la guerra  entre romanos y sabinos y su reconciliación, hechos que simbolizan la paz como destino final de odio entre los pueblos.
 El Palatino , legendaria morada de Remo(754 a.C),  luego residencia de Augusto y  de los reyes que le sucedieron. Augusto se hizo amigo de los médicos después que Antonio Musa  trató exitosamente sus padecimientos de reumatismo(10 d.C). Como Musa además de médico era botánico, Carlos Linneo usó su apellido para denominar a la familia de vegetales parecidos al plátano (Musa Paradisíaca).
El Foro, el templo de Hércules y la Fortuna son apenas fugaces visiones llenas de historia. La Colina del Capitolio, en cuyos terrenos se encuentra la Roca Tarpeya, alegoría del fin de los traidores: la romana Tarpeya colaboró con los sabinos en contra de su gente, siendo despreciada por ambos pueblos en pugna y arrojada desde la roca que lleva triste y vergonzantemente su nombre. El teatro de Marcelo, construido en honor de Marco  Claudio Marcelo, sobrino de Augusto, quien murió (23 a.C) con sólo 19 años de edad de una enfermedad sospechosamente parecida a un envenenamiento. Cruzamos la Vía del Corso y llegamos a la Plaza Venecia que alberga las ruinas del Ateneo de Adriano, quien en el 118 d. C liberó a los médicos del servicio militar. La Columna de Trajano, la Basílica  de San Juan de Letrán, la primer iglesia del cristianismo,los restos de la Basílica de Constantino. La leyenda afirma que enfermó de lepra y el paganismo aconsejaba bañarse en la sangre de tres mil niños, cuyas madres pidieron clemencia. San Silvestre se le apareció en un sueño y lo curó, motivo por el cual se convirtió al cristianismo.  Las murallas aurelianas para defender la ciudad de los bárbaros. 



La  tumba-pirámide de Cayo Cestio, quien la mandó a construir en tiempos de la egiptomanía que envolvió a Roma tras los escándalos de Cleopatra.






 

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