RECUERDOS DE ITALIA, LA PATRIA DE
NUESTROS ANCESTROS, CON ALGUNAS CRÓNICAS MÉDICAS.
Edgardo Malaspina
IV

A
las seis de la mañana los pájaros cantan, pero no veo ninguno. Salgo. El rocío
se siente en los zapatos ; aquí, el crujir de mis pasos; más allá, un rumor de aguas . Un cuervo grazna sobre un
pino. El manto de los olivos cubre el camino de rosas blancas. Unas tupidas
enredaderas son las fronteras del hotel.
Saludo
al vigilante. Se llama Alfonso . Alimenta a unos gatos que están a su alrededor
con aspecto callejero, mientras comenta que la ley los protege.
-Los
animales merecen respeto, dice, y agrega: Roma es una ciudad tranquila. Está
urbanización se llama Fuente Maravillosa. Aquí viven los ricos. Estamos cerca
de la Vía Apia…
La Vía Apia es la construcción que simboliza
la grandeza romana en materia de caminos. Sirvió a los romanos no sólo para triunfar en encuentros bélicos
importantes, sino también para derrotar a los pantanos palúdicos , expresión
redundante porque paludismo en latín evoca a los pantanos ( cuyo otro nombre en
italiano es malaria: mal aire , ) que antiguamente cubrían el sendero. Ambos
términos, como se nota, surgen entre los romanos y relacionan la etiología de
la afección con algunas emanaciones perniciosas. No eran tiempos de pensar en
mosquitos.
Las laderas de la Vía Apia se convirtieron
en la última morada de los esclavos
derrotados que acompañaron a Espartaco. Fueron crucificados.