ELVIRA MUGNO Y MIGUEL MALASPINA,FUNDADORES DE LA FAMILIA MALASPINA EN VENEZUELA.

ELVIRA MUGNO Y MIGUEL MALASPINA,FUNDADORES DE LA FAMILIA MALASPINA EN VENEZUELA.
ELVIRA MUGNO Y MIGUEL MALASPINA, FUNDADORES DE LA FAMILIA MALASPINA EN VENEZUELA.

domingo, 18 de septiembre de 2016

A LA MEMORIA DE JUAN LUIS

A LA MEMORIA DE JUAN LUIS(JUANCHO)

Edgardo Malaspina




El ciclo normal de la vida tiene  su sabia cronología : las  nuevas generaciones son testigos de la desaparición de sus ancestros.  Lo contrario es antinatural e inhumano; y he allí el gran dolor que significa cuando los padres entierran a un hijo.

Hemos vivido varios días de angustia, insomnios y lágrimas. Estuvimos aferrados a cualquiera de las posibilidades salvadoras, por más mínima que fuera. Unimos nuestra voluntad a la de miles de rogativas que pedían fervorosamente tu pronto regreso.
Juan Luis, Juancho. Pronunciamos tu nombre en el silencio de las madrugadas  amargas. Invocamos tu vida incipiente de muchacho alegre, bueno y trabajador. Argumentamos ante la razón y las fuerzas del bien la necesidad imperiosa de tu libertad para ver nacer y crecer un retoño que el vientre de  una buena mujer alberga.

Fueron muchas peticiones ligadas por el hilo de la esperanza de que un rayo de luz o un toque mágico despertara en el cerebro de tus captores un gesto de compasión, por  infinitesimal que fuera.
Pero la oscuridad no pudo ser conjurada. La maldad de mentes torcidas y criminales se impuso para alertarnos una vez más que nuestra sociedad ha sido convertida en  un antro, donde el hombre es un lobo para el hombre.
No podemos imaginarnos cuánto sufriste ante las hienas que te torturaban. No podemos imaginarnos el desconsuelo de tus padres, porque no existe un instrumento para medir el dolor de perder a un hijo. Esa es una aflicción inconmensurable. Ese es un pesar insuperable.

El asesinato de Juancho ha sido el golpe más duro que ha recibido nuestra parentela, la huella más atroz que nos dejó el destino.
Juan Luis, muchachón de pueblo. Sangre derramada injustamente. Pendón de la inocencia.
Juan Luis, hijo de Eduardo y de todos nosotros , porque, como dijo Andrés Eloy Blanco, cuando se tiene un hijo, se tiene al hijo de la casa y al de la calle entera.

Juancho, estarás siempre en nuestro pensamiento y en nuestros corazones.


Paz  a tu alma, mártir de la familia Malaspina.